Por: Charlotte Wiener
El grito ¡Basta ya! resuena en varias partes del Caribe y de las Américas para denunciar las malas prácticas y los abusos contra los migrantes haitianos, sobre todo las mujeres. Junto con la feminización de la migración, se produjo un aumento paralelo de los casos de violaciones de los derechos humanos de las mujeres, que antes afectaban más a los hombres simplemente por ser la mayoría. El aumento conlleva violaciones distintas a mujeres negras que se revelan a través de la interseccionalidad. La teoría, conceptualizada por Kimberlé Williams Crenshaw en 1989, una abogada afro-americana, pone de manifiesto las diferentes facetas de la opresión y del privilegio, ya que todo depende de cómo se cruzan las diferentes categorías sociales. Por ejemplo, una migrante negra enfrentará una discriminación específica basada en la intersección de las categorías sociales de ser migrante, negra y mujer, lo que una migrante blanca no enfrentaría, tampoco un migrante negro. Esta discriminación interseccional distinta que afecta a las migrantes haitianas se destaca en los relatos recientes a escala regional.
Este artículo está disponible para su lectura en francés: Les femmes migrantes haïtiennes dans la ligne de mir
Este artículo está disponible para su lectura en inglés: Migrant Haitian women in the line of fire
El Caribe
La asociación martiniquesa ASSOKA (Asosyasion Solidarité Karaib- Asociación Solidaridad Caribe) que defiende los derechos de los inmigrantes, publicó en julio de 2020, un pronunciamiento sobre las violaciones que sufren las personas migrantes (mayormente haitianos-as) en Martinica de parte de las autoridades martiniquesas. Se titula “La mécanique de déshumanization” (El mecanismo de deshumanización). Además de la denuncia de las violaciones contra los migrantes en Martinica en general, el texto enfoca las discriminaciones que sufren las migrantes haitianas por la intersección del racismo y del sexismo. Estas discriminaciones específicas incluyen: “no consideración de la peligrosa ruta migratoria, la búsqueda sistemática de la legitimidad de la paternidad de los niños calificados como “no franceses”, el cuestionamiento de la violencia doméstica sufrida, inhabilitaciones en el trabajo, el chantaje en contratos de trabajo falsos, el acceso prohibido a la atención médica, injerencia en el ámbito de la vida privada, y la falta de protección infantil”. (p.62). Además, en noviembre de 2020, la asociación Culture Egalité (Cultura Igualdad), que lucha por los derechos de las mujeres, con ASSOKA, convocó una rueda de prensa para denunciar el acoso a las mujeres migrantes (mayormente haitianas) por parte de la policía nacional en Martinica..
Más recientemente, en la isla hermana, en Guadalupe, el colectivo haitiano de apoyo a los migrantes ha denunciado las prácticas discriminatorias y racistas de las autoridades contra los migrantes haitianos en general. Esta indignación se produjo después de que el gobierno francés alquiló un avión privado para deportar a unos 30 migrantes haitianos porque no hubo vuelos comerciales debido a la pandemia del Covid-19. Cabe resaltar que estas personas migrantes, sin expedientes criminales, fueron deportadas a Haití, un país que actualmente se encuentra en una situación de inestabilidad política grave. .
América Latina
En América Latina, se destacan las discriminaciones, las humillaciones y la injusticia que sufren las migrantes haitianas. Solo una resistencia tenaz les permite llevar a cabo este periplo llenó de engaños, en su travesía desde Haití, por todo el continente, hacia México. Esperan solicitar asilo en los Estados Unidos (EEUU), pero la mayoría está bloqueada en Tapachula, México (frontera con Guatemala) en vez de Tijuana (frontera con los EEUU) debido al endurecimiento de las políticas migratorias mexicanas, influenciado por la administración Trump. El informe del Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI), Haitian Bridge Alliance y Center for Gender and Refugee Studies (CGRS) “A Journey of Hope: Haitian Women’s Migration to Tapachula, Mexico” (Un viaje de esperanza: la migración de mujeres haitianas a Tapachula, México) revela los abusos interseccionales que experimentaran las migrantes haitianas durante esta travesía y al llegar a Tapachula. Para esta población hasta ahora invisibilizada este informe es el primer paso hacia la defensa de sus derechos humanos.
Los Estados Unidos y la nueva administración del Presidente Biden
Cuando Joseph Biden asumió el cargo como presidente de los E.E.U.U., ordenó una moratoria de 100 días en la mayoría de las deportaciones, sin incluir las expulsiones del “Título 42” de aquellos que intentan ingresar a los E.E.U.U. por su frontera terrestre. La protección contra las deportaciones restantes se eliminó cuando un juez de Texas suspendió la implementación de la moratoria. En la práctica, estas maniobras han ido acompañadas de un fuerte aumento en el número de vuelos de deportación a Haití y expulsiones en virtud del “Título 42”. Activistas, organizaciones de derechos humanos, líderes y organizaciones religiosas y congresistas han denunciado este repunte y abogan por detener estos vuelos. En particular, han observado que las mujeres embarazadas y los niños-as pequeños no fueron exentos de estas deportaciones. Además, en al menos un caso, una mujer que huyó de Haití después de haber sido víctima de violencia sexual fue deportada.
Con todos estos esfuerzos regionales para denunciar las prácticas abusivas y violentas contra los migrantes haitianos, especialmente las mujeres, es urgente que estos testimonios sean escuchados ahora para garantizar sus derechos humanos. Unámonos con ellos y denunciemos “¡Ya basta!” para hacer realidad los derechos de nuestros hermanos y hermanas haitianos.